Cuando me refiero a esa estética cliché, estoy aludiendo a la estética POP que últimamente estamos sufriendo como una especie de plaga en cualquier Tumblr callejero que veamos, en las vidrieras de Buenos Aires o en las campañas de Adidas con Scott y Minaj, y si bien éstos y la estética Krongold pueden encontrarse parecidos, la diseñadora toma los aspectos más modernos y utilizados como el uso estrafalario de color y estampa digital, la ambigüedad en las prendas y silueta callejera japonesa para re-interpretarlos y consecuentemente dar una propuesta fresca y divertida pero también sólida respecto al concepto.
La colección presenta de una manera sofisticada los ya clásicos estampados que varían desde tiburones hasta un degradé multicolor y se exponen en camisas, pantalones, vestidos, remeras y shorts. Por otro lado, el color logra complementarse de manera amena (sí, amena) con las estampas para dar lugar a un contundente impacto visual.