Raramente es difícil encontrar colecciones que posean pocos elementos en la misma y que pese a eso, logren hacer un espectáculo digno de aplaudir.
La colección representa la estética minimalista del diseñador, pero con detalles como la desestructura de las prendas,la superposición o el recorte en láser de éstas, logran darle un efecto óptico interesante. La gama de colores es mínima ya que incluye tonalidades como blanco, negro, nude y plateado. Por otra parte, se suman las estampas geométricas y en animal print que en realidad son consecuencia de los recortes en la ropa (véase que algunos conjuntos están recortados y superpuestos a piezas de cuero negro, como en los casos de la estampa animal print o los recortes geométricos en camisas, remeras, vestidos o camperas).
Las siluetas son simples, atléticas pero ésta vez toman más fuerza debido al estilismo o al excelente uso del cuero durante la presentación.
Tal vez la estética de la colección es un tanto similar a la que alude Tisci para Givenchy, pero de todos modos es reconfortante ver cómo con tan pocos elementos (y varios de ellos repetidos) se pueda desarrollar una colección potente, conceptual pero que cumpla con las necesidades del mercado y auténtica a la firma.
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