I miss you, John.

El pasado dos de Julio se presentó, luego de varias especulaciones y expectativas, la colección Alta Costura del Invierno 2012 de Raf Simons para la maison Dior.
La colección emana una clara referencia minimalista, estilo propio del diseñador belga, pero mezclada con las típicas siluetas "New Look" de Dior de los años cincuenta. La gama de la presentación varió desde los tonos más oscuros como el negro, el azul marino y el gris hasta una paleta pastel e incluso más divertida que incluía los colores rosa, rojo, amarillo, nude, celeste. Respecto a los estampados se destacan una serie de prendas con imágenes abstractas, algunas tejidas manualmente en los tops y otras implementadas digitalmente en abrigos y vestidos strapless. Otros estampados más sencillos fueron las flores y los lunares, algunos en forma de estampa digital y otros bordados artesanalmente en los conjuntos.
La siluetas proponen combinar el toque moderno y distintivo de Simons con la más clásica reminiscencia de Dior, podemos notar los abrigos y vestidos XL típicos del ex Jil Sander pero, agregándole una cintura mínima, logra darle ese aspecto del New Look. Es bueno destacar que el actual diseñador ha logrado darle su toque personal a la colección añadiéndole las prendas en talles extra-large o la silueta TOP-PANTALÓN que, en mi punto de vista, funcionó de manera increíble y moderna. Los vestidos de gala presentan una confección perfecta, encarnan el estilo de ensueño que las mujeres quieren ver y usar en un vestido de noche pero yo los noto un tanto alicaídos (quizá por el color de los mismos).
Estoy seguro que esta ansiada presentación ha sido exitosa rotundamente, la ropa tiene un buen sentido comercial, la crítica alabó a Simons por su primer colección para Dior pero yo considero que a la colección  que le faltó algo, ese algo que John Galliano nos dejaba a todos, una sensación de éxtasis post-show. Raf Simons ha presentado una buena colección para la firma francesa, una presentación que tuvo lo justo, necesario y que no conllevó riesgo alguno, una colección que, perfectamente, pudo haber presentado para Jil Sander.
Es hora de desligarnos del drama de Galliano para adaptarnos al minimalismo de Simons.